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Heridas de la infancia

Las heridas de la infancia son un tema complejo y delicado, ya que pueden afectar a la vida de una persona de manera profunda, duradera e inconsciente. Entre las heridas más comunes se encuentran: el abandono, la humillación, la traición, la injusticia y el rechazo. A continuación hablaremos de cada una de estas heridas, de como podemos localizarlas y sanarlas.

Heridas de la infancia

El abandono

El abandono es una de las heridas más dolorosas, ya que puede dejar un vacío emocional en el niño que lo sufre. Puede ser causado por la ausencia física de uno o ambos padres, por una separación o divorcio, o por la muerte de un ser querido,… entre otras cosas. Hay que ser consciente de que por mucho que intestes buscar una persona que te quiera y no te abandone, eso no va a resolver el problema, tu vacío interior. Eso se soluciona trabajándote a ti mismo, dándote lo que te falto cuando eras niño; puedes empezar con estos pequeños tips:

  • Ver el lado bueno de las cosas, deja de quejarte.
  • Esfuérzate por terminar lo que empiezas.
  • No seas tan autocomplaciente, escúchate a ti mismo, antes que a los demás.
  • Respétate a ti mismo.

La humillación

La humillación es otra herida común de la infancia, ya que puede dejar una sensación de vergüenza y baja autoestima. Puede ser causada por burlas, acoso, o por ser tratado con desprecio o indiferencia por un adulto significativo. Para sanar esta herida, es importante aprender a aceptar y amarse a uno mismo, y trabajar en fortalecer la autoestima y la confianza en sí mismo. También es importante aprender a enfrentar y superar los sentimientos de vergüenza y vulnerabilidad. Algunos tips que te pueden ayudar son:

  • Crea espacios para disfrutar en libertad
  • Aprende a escucharte
  • Cuida tu salud
  • Aprende a ponerte límites a ti y a los demás

La traición

La traición puede dejar una sensación de desconfianza y desesperanza en las relaciones. Puede ser causada por la infidelidad de un ser querido, o por ser engañado o traicionado por alguien en quien se confiaba. Para sanar esta herida, es importante aprender a perdonar y dejar ir el rencor, y trabajar en reestablecer la confianza en las relaciones. Algunos tips que pueden ayudarte son:

  • Ser consecuente con lo que sientes.
  • Disfrutar el presente
  • Establecer relaciones de libertad

La injusticia

La injusticia es otra herida común, ya que puede dejar una sensación de rabia y frustración. Puede ser causada por ser tratado de manera desequilibrada o injusta, o por ser testigo de la injusticia en el mundo. Para sanar esta herida es importante entender que, a veces, las cosas no suceden como nos gustaría o como nos parece justo; algunos tips que te ayudarán con esta herida son:

  • Date permiso para equivocarte
  • Busca actividades que te gusten
  • No planees todo, improvisa
  • Equilibra el querer y el deber
  • Comparte tiempo con animales y niños

El rechazo

Esta herida puede ser causada por una variedad de factores, como la falta de atención o aceptación de los padres, el acoso escolar, o la pérdida de un ser querido.

El rechazo puede tener un impacto significativo en el desarrollo emocional de un niño y puede afectar a su autoestima, relaciones y bienestar emocional a lo largo de su vida. Los adultos que han sufrido heridas infantiles del rechazo pueden experimentar ansiedad, depresión, dificultad para confiar en los demás y problemas de relación.

Afortunadamente, hay maneras de sanar esta herida. El primer paso es reconocer que se tiene una herida y tomar responsabilidad de ella. A continuación, es importante aprender a expresar y procesar las emociones relacionadas con el rechazo. Esto puede ser difícil al principio, pero con el tiempo y la práctica, se puede aprender a expresar las emociones de manera saludable y constructiva.

También es importante trabajar en la autoestima y la autoimagen. Esto puede incluir practicar el autocuidado, rodearse de personas positivas y aprender a aceptarse a uno mismo. Es importante recordar que el rechazo no define a una persona y que cada uno tiene valor y merece ser amado y aceptado. Algunos tips para ayudarte son:

  • Confiar en tu capacidad
  • Aceptarte tal y como eres
  • Manifestar tus ideas y darlas por validas
  • Darte el derecho de existir

En resumen, trabajar las heridas de la infancia no es fácil, pero si necesario para ser feliz y libre.